La mandíbula inferior del caballo es más estrecha que la
superior, lo que da lugar a que en el movimiento triturador cause una
desigualdad en los bordes externos molares. Como consecuencia, los caballos
tienen bordes afilados que si no se cuidan les producen mucho dolor y problemas
al comer, al hacer la digestión y al montar.
Para evitar esto, es necesario que el veterinario lime
estos bordes cada año.
Además, hemos de tener en cuenta las siguientes señales,
con las que sabremos si el caballo tiene o no un problema en los dientes:
1- caída excesiva de comida de la boca mientras el
caballo come.
2- mal aliento.
3- timidez con la cabeza.
4- falta de predispos-ición.
5- ganas de morder la rienda.
Si tu caballo presenta alguno de estos síntomas,
coméntaselo al veterinario. Y recuerda que el mal cuidado de los dientes de tu
caballo puede generar enfermedades futuras.
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