Una curiosidad que nos llama la atención a la especie humana, es que la dentadura de los equinos nunca para de crecer. Se trata por tanto, de una dentadura que crece a lo largo de los años, de ahí que muchas veces, los dientes de los caballos se vuelvan de puntas filosas lo que le provoca dolores muy fuertes al caballo.
El número de dientes con el que cuentan los caballos normalmente son 46. Unos dientes que comienzan siendo de leche y que cambian a los cinco años de edad. Se tratan por tanto de una dentadura muy característica, ya que los dientes delanteros se encargan de cortar la hierba, mientras que los laterales se encargan de moler el forraje.
De ahí que, de vez en cuando (cada año) se utilice un flotador que es como una lima con el que se elimina parte de la suciedad de los dientes de nuestros caballos.
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